La segunda jornada del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona (60) comenzó con un clima distendido, pero con una fuerte decisión de los jueces que apartaron a un conocido abogado y a otro colega por «conflicto de intereses».
Dalma (37), Gianinna (35) y Jana Maradona (28}, como también, Verónica Ojeda (47), se mostraron sonrientes, al menos unos minutos antes de las 11 de este miércoles, cuando ingresaron los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, para tratar los planteos de nulidad realizados en la primera audiencia.
Maximiliano Savarino, presidente del tribunal, tomó la palabra y en apenas 40 minutos expresó las resoluciones por unanimidad (junto a sus colegas Julieta Makintach y Verónica Di Tommaso) de cada planteo de nulidad y pedido de las partes.
La primera decisión que comunicó fue hacer lugar al pedido de exclusión probatoria de la pericia realizada por el perito Pablo María Ferrari, propuesta por los abogados del neurocirujano Leopoldo Luciano Luque (44).
“El tribunal dice que debe diferenciarse la inclusión de la valoración posterior de la prueba”, indicó el juez. Tras esta decisión, el perito de parte Ferrari puede ser llamado a declarar como testigo en la causa y se añadirá como prueba la pericia realizada en la instrucción preparatoria suplementaria.
En sus conclusiones, el perito afirmó que Maradona murió por un “paro cardiorrespiratorio secundario a edema agudo de pulmón producido por insuficiencia ventricular izquierda aguda, (insuficiencia cardíaca aguda), en un cuadro agónico de corta duración, siendo estimado en minutos o a lo sumo pocas horas».
Esto contradice al informe de la Junta Médica, que señaló que Maradona había muerto por una insuficiencia cardíaca con agonía de hasta 12 horas y concluyó que el desenlace había sido previsible y que la acción de los médicos fue «deficiente, ineficiente e indiferente».
Las otras medidas que fueron definidas por el tribunal fue la incorporación por pedido de las defensas de los estudios cardiológicos, psicológicos y psiquiátricos.
Acto siguiente, desestimaron el planteo de nulidad de Rodolfo Baqué en cuanto al ocultamiento de pruebas por parte de los fiscales del Ministerio Público y de parte de los abogados de los particulares damnificados.
El apartamiento de un abogado
El punto más alto de la primera parte de la jornada se vivió cuando el juez Savarino hizo lugar al pedido del abogado Diego Olmedo, defensor de Carlos Ángel “Charly” Díaz (33), psicólogo de Maradona.
OImedo apuntó sobre su experimentado colega «Fito» Baqué, quien dijo que existía conflicto de intereses al defender a Ricardo Omar Almirón (41) y Dahiana Gisela Madrid (40), ambos enfermeros que atendieron en las últimas horas de vida a Maradona.
La medida también alcanzó a Martín de Vargas, el codefensor. Ahora la defensa estará a cargo del letrado Franco Chiarelli.
Durante la etapa previa al inicio del debate oral, Baqué aseguró que “a Maradona lo mataron” y que “no fue Madrid”. Además, dijo varias veces que el «10» era su «ídolo». La primera frase, que fue repetida el martes en la primera audiencia, fue citada por los jueces en su resolución.
A diferencia de los siete imputados que están siendo juzgados por la muerte de Maradona, Madrid va a ser sometido a un debate ante un juzgado popular, como solicitó su defensa.
Este martes comenzó el juicio por la muerte de Maradona que tiene como imputados el médico Leopoldo Luque; la psiquiatra Agustina Cosachov (40); el psicólogo Carlos Ángel Díaz; Nancy Edith Forlini (56), coordinadora de la prestadora médica contratada; Mariano Ariel Perroni (44), coordinador de Medidom S.R.L.; el enfermero Almirón, enfermero; y el médico clínico designado para la internación domiciliaria), Pedro Pablo Di Spagna (52).
El primero en exponer ante los jueces fue el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, quien calificó de “teatro del horror” al domicilio en donde estuvo internado Maradona desde el 11 de noviembre de 2020 hasta su último día, en el barrio privado San Andrés, de Tigre.
“Fue una internación domiciliaria temeraria, deficiente, sin precedentes. Ningún tipo de control hubo en ese domicilio, ningún tipo de protocolo en un teatro del horror que fue esa casa donde murió Diego Armando Maradona, donde nadie hizo lo que tenía que hacer”, expresó.
Ferrari aseguró que la prueba que reunieron durante la etapa de instrucción junto a los fiscales Laura Capra y Cosme Iribarren derivó a una “imputación sólida y sin fisuras” de los ocho imputados.
Uno de los momentos más duros fue cuando exhibió al tribunal una fotografía de Maradona ya muerto, sobre la cama, sin remera y con la panza hinchada. Esa foto causó que Dalma y Gianinna, a quienes se las vio afectada desde su ingreso a la sala, se abrazaran, como lo hicieron más de una vez, y soltaran unas lágrimas.
El final de su exposición de lineamientos de inicio, el fiscal Ferrari se dirigió a los siete imputados: “Luego de condenarlo al olvido en esa casa de Tigre, el 25 de noviembre del 2020 cercano al mediodía, deliberadamente y con crueldad, decidieron que muriera”.
Fernando Burlando, quien representa a Dalma y Gianinna, también remarcó en su teoría del caso que “la desidia, el desinterés, la locura, las acciones demenciales, premeditadas, alevosas y a sangre fría estuvieron presentes en este hecho. Un plan inhumano de resultado eficaz”.
Para el abogado, “todos los imputados participaron de esta ronda de la muerte” e “hicieron todo y más lo posible para que el deterioro de Maradona se agravara”.
Por su parte, las defensas de los acusados, principalmente las de Luque y Cosachov, pidieron las absoluciones para sus defendidos.
EMJ