domingo, 30 marzo, 2025
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Dante Camaño, el poderoso gremialista que votó a Milei y rechaza a la CGT

Las internas en el movimiento obrero forman parte de su propia dinámica. Sin embargo, hay personajes especiales, como Dante Camaño, titular de la Unión de Trabajadores de Turismo, Hotelerías y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA), Seccional Capital, —enfrentado con su ex cuñado Luis Barrionuevo (histórico líder del gremio a nivel nacional)—, quien criticó a la Confederación General del Trabajo (CGT) por reactivar el plan de lucha y confesó que en las elecciones «voté por (Javier) Milei».

La posición de Camaño no es nueva, ya que desde hace años milita en Juntos por el Cambio, primero con Mauricio Macri y luego con Horacio Rodríguez Larreta, aunque ahora respalda la gestión de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Sostiene que sigue siendo «peronista» de Perón, pero no tiene empacho de acompañar la administración libertaria, cuestionando al resto de la dirigencia sindical.

Por qué Dante Camaño está enfrentado con Luis Barrionuevo

Uno de los blancos predilectos del dirigente gastronómico «disidente» son los empleados estatales. No solo respalda los despidos de los estatales y la dimensión de la administración pública, sino que apoya una reforma laboral, coherente con el impulso que dio a esos proyectos en tiempos macristas. El año pasado, con motivo del Día del Trabajador, Camaño lo celebró con una foto con la vicepresidenta Victoria Villarruel, de la que hoy no estaría tan cerca.

El divorcio entre Barrionuevo y la diputada nacional Graciela Camaño provocó un cimbronazo, que detonó la sociedad entre los dos sindicalistas, que continúan en disputa por la conducción de la poderosa seccional Capital del gremio de los Gastronómicos. Ambas disputas hoy están en la Justicia, aunque, por supuesto, en distintos fueros. 

En el caso gremial, Camaño explicó: «Barrionuevo nunca estuvo en posesión de la seccional Capital. Me mandó 27 intervenciones, pero no me di por enterado porque tengo a mi comisión directiva y a los afiliados que me sostienen». Y amplió: «La Justicia tendrá que decidir, pero vamos a pedir una auditoría y que el señor Barrionuevo y quienes están con él le digan a los afiliados gastronómicos qué pasó con el dinero de nuestra seccional que durante esos años estuvieron teniendo. Estamos hablando de miles de millones que no tienen justificación».

Sobre el nuevo plan de lucha que lanzó la CGT, con una movilización para el 9 de abril y un cese de actividades al día siguiente, consideró que es una decisión «totalmente negativa; la estamos pasando muy mal desde hace muchos años, y no se resuelven así, con tanta ligereza; estos paros que encima están muy mezclados con la política». Planteó que «el día de trabajo que se pierde no se puede recuperar; hoy parás y mañana no vas a facturar el doble; una huelga es una gran pérdida económica para todos».

Indicó que «acá no estamos hablando únicamente de la CGT, estamos hablando de grupos políticos, de grupos que son sindicales. Desnaturalizamos las cosas; no estoy de acuerdo para nada con una huelga nacional y por 24 horas, porque justamente lo que más necesitamos en este momento es trabajar».

El sindicalista explicó que «los gremios somos muy asimétricos, lo hemos sido siempre. Siempre ha habido peleas, internas y discusiones; siempre ha habido sectores que piensan diferente. No es lo mismo un día de trabajo en un gremio como el nuestro, absolutamente privado, que no depende del Estado ni recibe subsidios, donde solamente cuenta el esfuerzo individual», y reiteró: «No se puede ser tan ligero para declarar paros».

Reforma previsional y el voto a Javier Milei

Camaño también reclamó una reforma previsional. Sostuvo que «hablaban de 7.200.000 jubilados. No, hay más de 9.000.000 porque se olvidan de los regímenes especiales y de los provinciales; estos sistemas fueron hechos cuando el ser humano vivía menos. Ahora se encuentran con que tenemos muchos menos aportantes. Es absolutamente inviable, porque sin aportantes no hay dinero para repartir» y aseguró que «los sistemas de reparto desaparecieron en el mundo».

En el recorrido por sus últimos años, tanto en el gremialismo como en la política, admitió que en las últimas elecciones votó a Milei «en rechazo a la izquierda K», es decir, al kirchnerismo, al que acusa de destruir al peronismo.

Recordó que fue parte de Juntos por el Cambio desde sus inicios, convirtiéndose en una de los referentes sindicales junto con Jerónimo «Momo» Venegas, entonces titular del gremio de peones rurales (UATRE) y presidente del Partido Fe.

En esta línea, indicó: «Apoyé a Rodríguez Larreta; cuando ganó Patricia Bullrich la acompañé, fiel a aquel dicho peronista tan potente: ‘El que gana, conduce; el que pierde, apoya’. Y cuando perdió Bullrich, quedaron, por un lado, la izquierda K, que está parapetada detrás del verdadero peronismo, y Milei, lo voté a Milei».

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