Lo que en Los Angeles esperaban como «el gran momento de disfrutar a Lebron James y Luka Doncic en los playoffs de la NBA» terminó para los simpatizantes de los Lakers en una verdadera pesadilla: Minnesota Timberwolves no solo los aplastó de visitante, sino que su triunfo tuvo nivel de paliza (117-95), con una impresionante lluvia de triples (21), récord para Minnesota en postemporada.
Doncic empezó llevando el peso del ataque de los Lakers, al punto que de los 12 puntos iniciales del conjunto de Los Angeles 9 eran de su estrella eslovena, que en toda la noche llegó a 37, mientras Lebron James aportaba otros 19, pero ni siquiera con esos números pudieron «meter en partido» al equipo de Los Angeles, que terminó apabullado por tiros de tres puntos que le llovían desde todos lados con una precisión letal.
Por Minnesota, Anthony Edwards logró 22 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias en un partido en el que debió ser atendido por calambres. «Simplemente vinimos listos para jugar (…) Esto va a ser una pelea de perros. Tenemos que estar preparados», recalcó el escolta All-Star.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Minnesota llegó a tener una ventaja de 27 puntos en el tercer cuarto, una diferencia que pocos podían prever antes del duelo, y cuyo factor inesperado era pivot suplente Naz Reid, con 23 puntos y 6 triples.
El partido empezó a volcarse hacia el lado de Minnesota en el segundo cuarto, cuando los Timberwolves comenzaron a acribillar a los Lakers desde la línea exterior. Reid clavó cuatro triples sin oposición desde las esquinas, ante la desesperación del entrenador JJ Redick, que no encontraba la forma de que su equipo pudiera hacer frente a la circulación del balón que hacían los Timberwolves.
LeBron volvió a asombrar al público con un espectacular tapón en un contragolpe de Minnesota pero los ‘Wolves’ no daban tregua en el lanzamiento. Minnesota lucía un fabuloso 57,7% de acierto en triples (15-26) antes de que los Lakers despertaran con una espectacular canasta desde la línea de medio campo de Doncic.
De la mano del esloveno, los Lakers llegaron en un esfuerzo supremo a ponerse a 12 puntos (98-86), pero apoenas volvió Edwards, tras recibir tratamiento porque se había acalambrado, le bastaron algunas genialidades individuales para mostrar que no había forma de detener a los Timbers.
Como detalle anecdótico, con el partido perdido, Redick tiró la toalla y retiró a los titulares cuando faltaban más de 3 minutos, y así tuvo sus primeros minutos de playoffs Bronny James, el hijo de LeBron, pero en la noche de los Lakers no salía nada y el joven falló en sus dos únicos lanzamientos.
El segundo partido de esta serie de la Conferencia Oeste se disputará el martes de nuevo en el Crypto.com Arena de Los Ángeles, y los Lakers estarán obligados no solo a «resetear» después de una debacle semejante, sino que deberán ganar porque ir luego a Minnesota con un hipotético 0-2 abajo, con el nivel que mostraron los Timberwolves, puede resultar catastrófico…
HB