La estrategia electoral del exgobernador Ricardo Colombi es muy clara: totalmente alejado del partido centenario, necesita sacarle votos peronistas al intendente de Paso de los Libres, Martín Ascúa, para soñar con el balotaje.
Colombi arrancó el año queriendo jugar dentro del radicalismo con la ilusión de recuperar el terreno perdido ante Gustavo Valdés. Con un pedido a la Justicia buscó intervenir el partido, sin embargo, su pedido fue desestimado, sufriendo un duro revés tanto partidario como judicial.
Afuera de la UCR y sin un sello fuerte para competir, buscó una alianza con el peronismo correntino. El coqueteo llegó hasta días antes de la confirmación de las alianzas donde sonaba con cada vez más fuerza una dupla con Ascúa. Sobre la hora, el intendente de Paso de los Libres ninguneó a Colombi y le cerró la puerta en la cara.
En su necesidad por morder votos del peronismo, encontró en Martín Barrionuevo, su candidato a vicegobernador, una figura que le pueda ayudar a desencantar a los ortodoxos que ven con desconfianza el extremo vínculo entre Ascúa, Cristina Kirchner y La Cámpora. Esta situación parece no incomodarle al intendente de Paso de los Libres, que cada vez que puede reconfirma su posición extrema.
Las cartas ya están echadas y las estrategias son fáciles de identificar. Ascúa endurece su discurso y se recuesta sobre el kirchnerismo. Colombi, desterrado de la UCR busca rascar en la olla peronista, Almirón sueña con la nacionalización de la elección para lograr una transferencia de votos de Milei a su figura, y Juan Pablo Valdés, se apalanca en Vamos Corrientes, la mayor concentración de fuerzas política de la provincia.