La incorporación de drones en el sector agropecuario argentino experimentó un crecimiento exponencial en los últimos años, consolidándose como una herramienta clave para la gestión eficiente de los recursos naturales. En este sentido, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) lidera el camino con avances tecnológicos significativos, especialmente con la implementación de drones equipados con sensores LiDAR.
Diego D’Abelleyra, técnico especializado del INTA, destacó que esta tecnología proporciona una precisión sin precedentes: “Es un sistema de láser que emite pulsos y detecta distancias, generando millones de puntos y detectando muy precisamente la ubicación de cada punto, tanto en el espacio horizontal como vertical. Gracias al GPS diferencial integrado, logramos precisiones inferiores a un centímetro”, explicó.
Entre los principales beneficios de los sensores LiDAR integrados está la gestión sustentable de la biomasa forestal y una optimizada planificación territorial. Según D’Abelleyra, “esta tecnología permite evaluar la estructura de bosques y cultivos frutales, así como obtener información precisa sobre el suelo, incluso debajo de capas de vegetación densa».
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La red de drones del INTA, que comenzó su desarrollo hace más de 10 años, cuenta actualmente con alrededor de 70 unidades distribuidas en todo el país. Estos dispositivos, equipados con cámaras multiespectrales y fotogramétricas, así como escáneres LiDAR, son fundamentales para tareas diversas como relevamientos topográficos, monitoreo fenológico y evaluación de estructuras forestales.
“En el INTA trabajamos para que la adopción tecnológica sea acompañada de un soporte técnico adecuado, fortaleciendo la vinculación con empresas proveedoras de drones para validar su uso y potenciar su implementación en campo”, agregó D’Abelleyra.
Por otra parte, los avances en tecnología de baterías permiten drones más grandes con mayor autonomía. En palabras de D’Abelleyra: “Baterías más potentes permiten que haya drones más grandes, con más autonomía, que puedan soportar más peso, estar más tiempo volando y por ejemplo usarlo para pulverizaciones y aplicaciones». Asimismo, la incorporación de simuladores de vuelo facilita que los operadores practiquen antes del vuelo real, reduciendo riesgos y mejorando la eficiencia operativa.
El INTA destaca que estas innovaciones no solo mejoran la precisión y eficiencia de las actividades agropecuarias, sino que posicionan a la Argentina a la vanguardia en el uso inteligente de drones para la agricultura.