domingo, 3 agosto, 2025

La economía argentina: una historia de ascenso y caída

Para analizar la situación de Argentina nos basaremos en una primera etapa del desarrollo del país desde 1810 hasta ahora. Para ello, consideraremos el PIB per cápita de los países desarrollados y de los emergentes a precios de 2014, con canasta del 2011. En 1810, la Argentina se ubicaba en una posición intermedia con 1.400 US$ de PIB per cápita, frente a los 1.950 US$ de PIB per cápita de los desarrollados y de 900 US$ de PIB per cápita de los países emergentes o pobres o subdesarrollados o en vías de desarrollo como se los llamo oportunamente. Es la etapa de la Independencia-Caudillos y Rosas que llega hasta 1853. A partir de allí, se reorganizan las instituciones, surge la Constitución Nacional, se acuerdan tratados con muchas provincias, especialmente con Buenos Aires. Esta fase la llamamos de Organización Nacional y llega hasta 1880.

Después viene la etapa de la República Conservadora, que dura hasta 1915, fase en la que logramos estar entre los principales países del mundo, con la incorporación de 15 millones de hectáreas nuevas a la producción tanto de agricultura como de ganadería sin mayor variación de los precios de exportación. Se producen importantes migraciones para trabajar en nuestro país y la inversión superó el 40% del PIB, una de las claves de esta expansión.

La Argentina, aprovechando la nueva organización en libertad, más la organización nacional, las inversiones en equipo de producción y transporte, más el aumento de la población por migraciones, pasó, en ese período, de ser una nación intermedia en cuanto a nivel de vida a estar en el conjunto de los países más desarrollados.

Después viene la reforma electoral y una etapa radical que duró desde 1915 a 1930, donde se mantuvo la paridad con el mundo, pero la crisis financiera de 1929 y la posterior repercusión económica de los años 30 y siguientes fueron muy difíciles de seguir. A partir de 1930, viene el Golpe de Estado de ese año y los Frentes Patrióticos hasta 1945, donde dejamos de invertir adecuadamente. Desde esa época se inicia la Primera Etapa Peronista con grandes ventajas para los asariados y la nacionalización de la mayoría de los servicios públicos. El incremento del Estado y de los gremios fue muy importante.

A partir de 1955, llegamos a la etapa de los Golpes de Estado/Gobiernos Civiles, que se extiende hasta 1975, y la práctica del desarrollo económico se fue perdiendo, por exceso de estatismo y falta de inversiones.

Esta etapa Peronista II duró poco y fue sustituida por el proceso militar que duró hasta 1983, no logrando revertir la declinación relativa del país.

Posteriormente, gobernó en democracia Raúl Alfonsín y después Carlos Menem, quien trató de arreglar el país en sus primeros años, aunque después se concentró más en temas políticos y, a pesar de la convertibilidad, no logró superar la etapa de decadencia, aunque sí pudo mejorar algo de la situación. A partir de Menem viene el gobierno de De la Rúa, que finaliza con el sistema de convertibilidad, a pesar de que había formas de modificarlo de otra manera. Después continuamos con el gobierno de Duhalde que fue muy corto y lo siguieron los Kirchner, tanto Néstor como Cristina que, si bien hicieron crecer algo la economía en los primeros años de su gobierno, posteriormente se produjo un estancamiento con inflación, proponiendo más gasto público como solución a los problemas argentinos.

Después gobernó Macri, pero no pudo manejarse con las dificultades del país. A él lo sucedió Fernández con muy pocos resultados en materia económico-financiera, con fuertes déficits y expansión monetaria desde el Banco Central al Tesoro, para financiar el gasto público excesivo. Con Fernández se llegó al PIB per cápita de los países emergentes o pobres, y se completó así un ciclo económico.

Finalmente asumió Milei, quien vino con un programa parecido al de la primera etapa de Menem, con promesas de libertad económica y baja de la inflación, por menor gasto público y eliminación de la creación de dinero del Banco Central al Tesoro para cubrir su déficit. Esto dio resultado y la inflación bajó hasta ahora a menos del 2% mensual y se espera que baje más para el año próximo.

En una perspectiva de largo plazo, Argentina fue un país intermedio en 1810 que, gracias a su organización nacional, la nueva Constitución y grandes inversiones y gran aporte inmigratorio, logró alcanzar a los ingresos de los países ricos, pero luego fue perdiendo inversiones y el gasto público fue aumentando, lo que retrajo el ingreso per cápita de los argentinos y ahora se espera que Milei, con su política liberal anarco-capitalista logre recuperar la riqueza de los argentinos.

La situación actual económico-social. Con la gran reducción del gasto público en 2024 que fue de 30% en términos reales, baja que continúa este año, aunque en menor nivel, se espera que el índice de inflación minorista de junio de 2025 sea de 1,9% respecto de mayo de este mismo año. Para el mes de julio se espera un incremento de alrededor del 2%, por el mayor peso de los aumentos de los servicios, como electricidad, gas, agua y transporte. Con estos resultados, el Gobierno podría ganar las elecciones de octubre de 2025 para diputados y senadores.

El Gobierno publicó la variación del EMAE, estimación mensual de actividad económica, del mes de abril de 2025, con un crecimiento de 7,7% respecto de abril de 2024 y de 1,9% desestacionalizado respecto de marzo de 2025. Según nuestras estimaciones del IGA-OJF, índice general de actividad, que representa el PIB mensual, dio 0,2% negativo en mayo, con lo que se espera una menor evolución tanto para el mes de mayo como meses siguientes, por lo que calculamos en 4,7% de incremento del PIB de 2025 sobre el obtenido en 2024. Si bien hay sectores que crecen, existen sectores que están en recesión respecto del año anterior, por lo que nuestro pronóstico es ese valor de 4,7% del PIB en este año.

Hay ciertas dudas sobre el tipo de cambio, los costos en dólares de los productos locales que dificultan la exportación y facilitan las importaciones y hacen que los argentinos prefieran viajar al exterior antes que tener un turismo receptivo, como hemos tenido antes. Pero dadas las condiciones de superávit comercial para los sectores de energía y minería, se espera un balance comercial favorable de estos sectores, que implicarían otro sector como el campo para las exportaciones del país.

Esperemos que el gobierno actual logre consolidar el Poder Legislativo y logre llevar a Argentina a ocupar el lugar que ya había tenido al festejar los primeros cien años de vida, en 1910.

*Fundador y presidente de OJF & Asociados.

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