A las 14 horas de hoy, Plaza de Mayo volverá a ser escenario de una masiva movilización convocada por sectores del peronismo, organizaciones sociales y de derechos humanos en defensa de Cristina Fernández de Kirchner, luego de que la Corte Suprema confirmara su condena a seis años de prisión en la causa Vialidad y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. La marcha no es solo un acto de respaldo a la ex presidenta, también es una advertencia: el peronismo considera que lo que está en juego no es solo una figura política, sino un proyecto de país. Al mismo tiempo, la sentencia abre un debate interno —silencioso pero en marcha— sobre el liderazgo poscristinista y la construcción de nuevos horizontes electorales.
“Fue un plan de proscripción y entrega del país”, sostuvo el jefe del bloque de Unión por la Patria en Diputados, Germán Martínez, en diálogo con Wake Up (Delta 90.3). “Intentaron por varios lados, con varias causas, y esta fue la que les permitió llegar al objetivo. No tengo dudas: lo que hicieron con Cristina fue para proscribirla políticamente y habilitar un modelo económico predatorio”, afirmó. Según Martínez, detrás del fallo judicial hay intereses corporativos que buscan implementar un régimen de exclusión social y concentración económica, y el gobierno de Javier Milei funciona como vehículo de esa ofensiva. “El miércoles tiene que ser una gran movilización. La ciudad de Buenos Aires debe convertirse en el epicentro de un pueblo que sale a defender a Cristina”, remarcó.
En la misma línea se pronunció el senador José Mayans, quien también brindó declaraciones a Wake Up y calificó la sentencia como “un fallo político” dictado “bajo presión mediática y corporativa”. “Cristina representa un proyecto que incomoda a los sectores de poder. Logró una distribución histórica entre capital y trabajo. Por eso la quieren fuera de juego”, expresó. Mayans denunció además la vulneración del sistema republicano y anticipó que “hoy habrá una movilización masiva y pacífica, pero con un mensaje claro: no se puede seguir gobernando con ajuste y represión”.
Desde otro ángulo del espectro peronista, Guillermo Moreno —exsecretario de Comercio Interior y actual referente de Principios y Valores— fue aún más directo: “El peronismo se puso de pie y va por el gobierno, dentro de la ley y el orden. El nivel de confrontación con Milei lo va a definir Milei, no nosotros”. En diálogo con Wake Up (Delta 90.3), Moreno sostuvo que el fallo contra Cristina no debe interpretarse como un fin trágico sino como el inicio de una nueva etapa. “No lo tomemos como una tragedia. El peronismo en la calle es una fiesta. Siempre volvimos, y esta no va a ser la excepción”, dijo.
Moreno apuntó además contra el modelo económico actual, al que calificó de “suicida” para la industria nacional: “Hoy Argentina está carísima en dólares. Vas a Brasil y todavía está más barato. Todos los productos argentinos están siendo reemplazados por producción extranjera. Y eso ocurre porque tenemos un presidente que prefiere importar antes que defender a los suyos”. Comparó la doctrina económica peronista con la estrategia proteccionista de Donald Trump: “Nosotros fuimos adelantados. Administrar el comercio es cuidar el trabajo nacional. Trump lo entendió. Milei, no”.
En paralelo, Oscar Parrilli, diputado y figura histórica del kirchnerismo duro, denunció que la proscripción de Cristina busca “instalar una narrativa donde los únicos candidatos válidos sean los funcionales al poder económico”. “Si Cristina no tenía poder, ¿por qué la proscribieron? Porque le tienen miedo. Porque es la única que puede ganarles”, dijo a Delta 90.3. También apuntó contra la ministra de Seguridad: “Bullrich ya tiene muertos en su haber. Este gobierno necesita de la violencia para sostenerse. Nosotros no vamos a responder con violencia, pero no nos vamos a quedar callados”.
Por su parte, Emilio Pérsico, líder del Movimiento Evita, advirtió en la misma emisora que la sentencia refleja “una profunda crisis democrática”: “Presan a la principal líder opositora, la que lideró el único gobierno que ganó tres elecciones seguidas. ¿Qué pesa más: el voto popular o un fallo de la Corte armado a medida?”. Pérsico relató que vio “un río de gente” en la calle, movilizada espontáneamente tras la confirmación de la condena. “Eso es lo que no pueden controlar: la emoción, la lealtad, la indignación de un pueblo que no olvida”.
Si bien el eje común entre todos los sectores del peronismo sigue siendo el respaldo a Cristina y el rechazo a lo que denominan su “proscripción judicial”, la propia imposibilidad de la ex presidenta de competir habilita nuevas disputas de poder dentro del espacio. En ese sentido, el discurso de Guillermo Moreno actúa como punto de inflexión: sin dejar de reivindicar el pasado, propone mirar hacia adelante. “Se acabó el tiempo del llanto. El peronismo se está reorganizando. No hay que dramatizar. Vamos a construir una alternativa y vamos a volver a gobernar”, insistió.
Mientras sectores del kirchnerismo duro se preparan para llenar la Plaza con una mística de resistencia, otros espacios ya planifican internas, relanzamiento de figuras y reordenamiento territorial. Gobernadores, intendentes y referentes sindicales evalúan candidaturas propias en un escenario donde Cristina ya no puede ser la cabeza visible de la boleta. La pregunta que subyace no es solo quién conducirá el nuevo ciclo, sino qué narrativa logrará mantener unido a un peronismo que sigue siendo socialmente mayoritario, pero políticamente fragmentado.
En definitiva, la marcha de hoy no es solo una defensa de Cristina. También es una demostración de fuerza de un movimiento que, golpeado pero no terminado, busca recomponerse, reorganizarse y volver a disputar poder. Como dice Moreno: “Cuando alguien caía preso en mi época era porque tenía suerte. A nosotros nos mataban. Y sin embargo, el peronismo siempre vuelve”.
por R.N.