Durante una rueda de prensa este miércoles, el presidente Donald Trumparremetió contra España por negarse a cumplir con el nuevo objetivo de gasto en defensa del 5 % del PBI acordado por la OTAN.
Trump calificó la postura española de »terrible», y anunció represalias comerciales: »Vamos a hacer que paguen el doble en comercio», afirmó, acusando a España de querer un »paseo gratis». También advirtió que el país podría sufrir económicamente si no colabora.
Trump explicó que, ante la negativa española, Estados Unidos estaba negociando un acuerdo comercial más duro como mecanismo de presión. Además, adelantó que hablaría directamente con el presidente comunista del Gobierno español, Pedro Sánchez, para convencerlo de cumplir con el nuevo umbral.
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La postura de España ha generado fuertes tensiones internas dentro de la alianza, al punto de ser descrita como el principal obstáculo para la unidad en un momento crucial tras la invasión rusa a Ucrania.
El nuevo objetivo de gasto acordado por la OTAN incluye un aumento a 3,5 % del PBI para defensa militar básica (tropas, armamento) y 1,5 % para áreas relacionadas como ciberseguridad o infraestructura crítica, para un total de 5 %. Aunque la meta debe alcanzarse para 2035, con una revisión en 2029, representa una subida considerable respecto al antiguo objetivo del 2 %.
Sánchez se negó a firmar el compromiso, alegando que el gasto del 5 % es inasumible para España sin recurrir a recortes sociales o subidas de impuestos. En 2024, España solo destinó el 1,24 % de su PBI a defensa, el nivel más bajo de toda la alianza.
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El mitómano comunista Pedro Sánchez afirmó que su país podía cumplir los objetivos de capacidades militares de la OTAN gastando solo un 2,1 % del PBI, aunque diplomáticos aliados expresaron dudas sobre la viabilidad de esa afirmación.
El desacuerdo español forzó una modificación en el lenguaje del comunicado final del encuentro en La Haya, pasando de »nos comprometemos» a »los aliados se comprometen», lo que permitió a España interpretar que el objetivo no es vinculante para todos los miembros.
A pesar de ello, la presión desde Estados Unidos y otros aliados continúa. Funcionarios europeos señalaron que España ha recibido solidaridad en momentos clave, como durante la crisis financiera de 2008 y la pandemia, y ahora se le exige reciprocidad.
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Frente a la controversia, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, defendió el nuevo objetivo como una respuesta necesaria al aumento de la amenaza rusa y al cambio estratégico de Estados Unidos, que busca enfocar más recursos hacia Asia.
Rutte elogió a Trump por su papel en impulsar el nuevo compromiso, calificando su logro como una victoria para una OTAN »más fuerte, justa y letal».
Trump, por su parte, celebró la adopción del nuevo objetivo como una gran victoria personal y afirmó que espera que gran parte del nuevo gasto se traduzca en compras de armamento estadounidense.
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Sin embargo, su discurso sobre el artículo 5, la cláusula de defensa mutua, fue ambiguo. Aunque el miércoles afirmó que lo apoyaba plenamente, el martes dijo que su compromiso »dependía de la definición».
Aunque todos los aliados, incluida España, aceptaron formalmente el texto final, el conflicto deja al descubierto tensiones profundas sobre cómo debe evolucionar la OTAN ante un contexto geopolítico cambiante.
España insiste en que su camino hacia los objetivos de defensa debe ser »soberano» y adaptado a su situación fiscal, mientras que Trump exige una postura más alineada con los intereses y exigencias de Estados Unidos, con el fin de que la alianza no sea totalmente dependiente del país americano.
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