Julieta Silva y su marido, quien la denunció.
Julieta Silva puede ser un caso de estudio tanto en el ámbito judicial como en el social: ahora se encuentra con prisión domiciliaria debido a que tiene una hija menor de edad, pero previamente pasó varios años en prisión, hasta que pudo reconstruir su vida.
Sin embargo, la reconstrucción parece que no fue tal, al menos por la denuncia que formalizó su actual marido, quien la acusó de haberlo atacado hasta producirle heridas: el 12 de julio último llamó al 911 desde el baño de su vivienda, adonde se había refugiado ante el violento ataque de su esposa.
Con las pruebas recogidas, la Justicia le impuso a Silva una medida de prohibición de acercamiento y finalmente quedó imputada por “lesiones leves agravadas por el vínculo”, con prisión domiciliaria y tobillera electrónica, ya que tiene una hija de un año con su víctima.
En ese marco, la mujer que fue condenada por matar en 2017 a quien entonces era su novio, el joven rugbier Genaro Fortunato, decidió hablar con la prensa: “No fue más que una discusión», dijo desde su casa de San Rafael, en la provincia de Mendoza.
Sin embargo, esa “discusión” provocó lesiones graves en su esposo, que motivaron la denuncia y la imputación de quien ahora vuelve a estar en el banquillo de los acusados.
“Esto con el tiempo se va a arreglar… Lo que está pesando acá es mi nombre”, agregó la mujer que, en efecto, ha pagado su deuda con la sociedad pero parece haber tomado una nueva, otra vez vinculada a la violencia intrafamiliar.
Qué pasó en 2017 con Julieta Silva
El 9 de septiembre de 2017, Julieta Silva, que entonces tenía 36 años, embistió con su auto y asesinó a su novio, identificado como Genaro Fortunato, de 25, a la salida de un lugar conocido como «La Mona Bar» de la ciudad de San Rafael, en Mendoza.
Según reveló la autopsia, el joven rugbier falleció como consecuencia de un aplastamiento de cráneo, por lo que la mujer fue hallada responsable de «homicidio culposo agravado» y recibió una pena de tres años y nueve meses de cárcel y ocho años de inhabilitación para conducir.
La querella había solicitado 14 años de cárcel, al entender que no se había tratado de un accidente, pero la Justicia consideró que el joven intentó detener la salida intempestiva de su novia del lugar tras una discusión y fue en esas circunstancias que lo atropelló y mató en el acto.
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